Esta es una norma que NO está orientada solamente a las mujeres, puesto que beneficia de igual manera a hombres, entendiendo que tanto mujeres y hombres tenemos intereses, requerimientos y necesidades distintas. Es por esto, que la organización entonces se empieza a “mirar a sí misma” con enfoque de género, comprendiendo las brechas existentes entre hombres y mujeres.
En este sentido, luego que la organización tomó la decisión de implementar la norma Nch3262, el primer paso es realizar el diagnóstico de brechas de género, el cual dará cuenta de la realidad actual de hombres y mujeres en la organización, en sus distintas áreas y cargos, puestos de toma de decisión, percepciones y necesidades del personal en relación con la igualdad de género y conciliación, así como información sobre actuales políticas asociadas, capacitaciones, infraestructura, comunicación interna y externa, entre otros.
De igual manera, un diagnóstico de ejes específicos de RRHH, específicamente sobre reclutamiento y selección de personal, desarrollo de carrera, acceso e inversión en capacitación, prácticas de remuneración y compensación, beneficios y acciones asociadas a la conciliación y corresponsabilidad, prevención y detección del acoso sexual y laboral; prevención, detección y derivación de la violencia intrafamiliar, salud integral, todo con mirada de género.
Lo anterior permitirá, entre otros, definir la política de igualdad de género y los objetivos de calidad con el correspondiente plan de acción. Ya teniendo clara la “fotografía” es posible definir el estado deseado con métricas asociadas que permitan realizar el debido seguimiento.
Junto con lo anterior, se requiere la constitución del comité de género quienes serán los/as embajadores/as de la organización en igualdad de género siendo responsables de diversos procesos asociados a los objetivos de calidad. Los registros y procedimientos, que permiten implementar el sistema de gestión ordenarán los procesos dando un lineamiento claro respecto a como avanzar en esta materia.
Asimismo, existe un cambio cultural que propone la norma, la cual claro está no es sólo responsabilidad del Área de Recursos Humanos, o de la Alta Dirección o de Comunicaciones o del área de Calidad. Es responsabilidad de toda la organización conocer el funcionamiento de esta norma, la relevancia, los beneficios y como aplica en la ella. De igual manera, estar sensibilizados/as en igualdad de género, generando el diálogo necesario. En este sentido, se requiere la participación tanto de mujeres como de hombres. Esto, debido a que el “género es una red de creencias, rasgos de personalidad, actitudes, sentimientos, valores, conductas y actividades que diferencian a hombres y mujeres a través de un proceso de construcción social. Es un concepto relacional cotidiano, tanto en lo público como en lo privado hombres y mujeres interactúan siguiendo pautas y expectativas sociales”. Entonces, se requiere realizar un taller que permita dilucidar conceptos básicos y de igual manera entender como se está produciendo la dinámica de género al interior de la organización, de qué manera existen sesgos, estereotipos o discriminación ya sea directa o indirecta. En muchos casos lo anterior se produce de forma inconsciente (“sin querer queriendo” como diría alguien conocido por ahí), pero que sin duda genera efectos negativos que es necesario develar.
Paralelamente, se requiere diseñar tanto un plan de comunicación que permita definir las estrategias y acciones oportunas en pro del conocimiento y socialización de este sistema y utilizar el lenguaje inclusivo en los mensajes, fotos, ilustraciones, entre otros; y un plan de capacitación que incorpore en un período de tiempo instancias formativas en los temas necesarios de acuerdo con lo que muestra el diagnóstico mencionado.
Posteriormente, se realiza el proceso de auditoría interna, donde la propia organización audita sus propios procesos y se establece las mejoras correspondientes, para finalmente realizar la auditoría externa, donde una casa certificadora (Applus o AENOR) realizan el proceso correspondiente, levantan un informe, y de no mediar alguna No Conformidad, entrega la certificación en la norma Nch3262.
Finalmente, la organización podrá con este certificado postular al Sello Iguala, el cual es entregado por el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SERNAMEG) en una ceremonia anual.
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